¿Nuevas carretillas elevadoras? ¿Nuevo almacén? ¿O todo nuevo?
A las pequeñas y medianas empresas, en particular, les resulta difícil tomar las decisiones correctas a la hora de invertir en logística.
Cuando la logística interna, desde el almacenamiento hasta la preparación de pedidos y la expedición, se paraliza repetidamente debido al aumento de los volúmenes, es necesario actuar con rapidez.
Esto no sólo se aplica al comercio. Tanto los contratistas de obras como las medianas y pequeñas empresas se enfrentan a menudo al problema de que se pierde demasiado tiempo hasta que todas las máquinas, equipos y materiales están en la obra. Almacenes exteriores demasiado pequeños y pasillos demasiado estrechos en las naves, falta de sistema, herramientas demasiado viejas o inadecuadas (carretillas elevadoras, cargadoras sobre ruedas…): las razones son numerosas, al igual que las horas que se pierden cada día.
En este artículo no encontrará soluciones ni ayuda instantánea, pero sí ejemplos sencillos que le harán reflexionar y quizá le ayuden a mejorar rápidamente su propia logística. Sin embargo, la rapidez no debe equipararse a una acción rápida y precipitada. Así que no se limite a planificar, reconstruir y comprar. Un buen asesoramiento no suele ser caro. Un análisis realizado por un experto en logística probablemente ahorra (¡mucho!) más dinero del que cuesta.


Un ejemplo: ¡El almacén es demasiado pequeño! Todas las estanterías están abarrotadas y las carretillas elevadoras apenas pueden maniobrar por los pasillos. Se necesita un nuevo almacén, más grande y con pasillos más anchos. Se puede hacer, pero quizá no sea necesario: tal vez sea mejor hacer los pasillos más estrechos y crear así estanterías más profundas, lo que significa más capacidad de almacenamiento. El almacenamiento y la recuperación se realizan entonces mediante carretillas elevadoras de pasillo estrecho, recogepedidos de gran altura o carretillas elevadoras con asiento para el conductor. A continuación, éstas transfieren los palés a las carretillas elevadoras, de las que en este sistema se necesitan muchas menos que antes. Es fácil averiguar si éste es el enfoque adecuado.
Si resulta que esta conversión no es suficiente para el futuro volumen de manipulación, el siguiente paso puede ser hacer cálculos para la conversión a un almacén semiautomático o totalmente automático, sin conductor. La construcción de un nuevo almacén también debería incluirse en los cálculos.
En toda planificación y cálculo deben tenerse siempre en cuenta todos los costes de explotación, en función del tiempo de funcionamiento. Sigamos con el ejemplo descrito anteriormente: construir un nuevo almacén con más espacio de estanterías y pasillos ligeramente más anchos, pero por lo demás un gemelo del almacén existente, es la compra más favorable. Pero se necesitan más carretillas elevadoras y más conductores. Si se suman la compra de las máquinas y los costes operativos de personas y máquinas, la solución aparentemente más barata se convierte en una trampa de costes, y otra variante, como un almacén 4.0 totalmente automatizado, es de repente la ganadora en relación calidad-precio.
El tiempo también es un factor decisivo. No sólo el tiempo que se pierde buscando, yendo y viniendo, sino también el tiempo que se ha desperdiciado porque hasta ahora todo ha ido siempre bien. A menudo se trata de pequeñas y medianas empresas en las que los métodos de trabajo y las estructuras de almacén no se han adaptado a las necesidades reales a lo largo de los años. Hablamos de la tienda de bebidas con 2 carretillas elevadoras y 5-10 carretillas elevadoras, el comercio de materiales de construcción con carretillas elevadoras y cargadoras sobre ruedas o el alicatador con almacenamiento y venta de azulejos.
Quienes esperan a que casi nada se mueva antes de invertir en su flota y almacén suelen tomar decisiones precipitadas con la esperanza de que todo vaya bien después. Es mejor ganar tiempo con pequeñas inversiones, carretillas industriales usadas y espacio de almacenamiento alquilado para obtener asesoramiento profesional y sopesar todas las opciones.

El almacenamiento y el transporte son un negocio complejo.
No existe una solución única para todos los trabajos. Cada operación de transporte y cada lugar de trabajo tiene sus propios requisitos individuales, sus propios retos y sus propias normas. La elección correcta de la tecnología y los lugares de almacenamiento hace que cada operación sea más eficiente, más productiva y más segura. Y la revisión periódica -ha cambiado la situación, hay normas diferentes, las máquinas siguen siendo óptimas para el trabajo, la competencia lo hace mejor o peor- marca la diferencia entre el éxito y el declive.
Cuando llega el momento de sustituir o ampliar la flota de equipos, siempre es aconsejable reevaluar las necesidades y toda la instalación del almacén. ¿Son quizá las nuevas carretillas especializadas la mejor opción para tal o cual tarea?
Es una vieja sabiduría: si todo encaja, si las máquinas se adaptan a la aplicación, se fomenta la eficacia. Incluso los pequeños cambios pueden tener un gran impacto. No hay almacenamiento sin riesgo. Un enfoque holístico que tenga en cuenta la eficiencia energética, la sostenibilidad, las ventajas de la ubicación y las perspectivas de futuro reduce el riesgo de tomar decisiones equivocadas.
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